Creo haber explicado en entradas anteriores el porqué de la inviabilidad de los coches eléctricos.
En cuanto al uso del hidrógeno como combustible, existen una serie de vacíos que por desgracia para ellos jamás lograrán llenar, algunos nos proponen que montemos nuestra propia planta de hidrógeno en nuestra casa, con lo cual, debido al afán recaudatorio de nuestro gobierno, acabaremos logrando que privaticen el uso del agua aunque proceda de la lluvia, hablamos de que puede usarse en motores de explosión pero no tenemos en cuenta el alto poder oxidante del hidrógeno, lo cual nos obligará a la utilización de bloques de acero cuyo coste será elevado y será mejor no hablar del peso extra que aportarán al vehículo, por no decir que nadie se sentirá seguro llevando una bombona llena de gas en algún lugar de nuestro coche, que a menores dimensiones, mayor será la presión, y que en caso de fuga haremos sentir a los judíos de nuestro barrio como en la Alemania Nazi.
Dejando atrás a este atajo de incompetentes incapaces de encontrar los defectos existentes en tecnologías tan primitivas y utópicas, os traigo el verdadero combustible definitivo, o al menos uno de sus predecesores, ya que su composición puede variar en funcion de la eficiencia y el partido que se le pueda sacar.
El etanol, también conocido como alcohol etílico, o eso que te sirven en las barras de las discotecas los sábados por la noche y te dicen que es whisky.
Sus modos de obtención son muy variados, incluso más que el biodiésel, ya que puede proceder de la sacarosa presente en ciertos vegetales como la remolacha o la caña de azúcar, así como el almidón de ciertos cereales o legumbres como la patata e incluso podría obtenerse a partir de la celulosa.
Como podreis ver su obtención es bastante simple ya que solo es necesario fermentar la materia prima para luego destilar y obtener el etanol en su mayor pureza, la ventaja es que el etanol no es en absoluto desconocido ya que desde hace años se viene usando como aditivo y en el proceso de refinación de la gasolina, y se ha llegado a usar mezclado con gasolina en porcentajes de un 10%(E10) o 85%(E85), además resulta menos contaminante que otros combustibles fósiles y su obtención no precisa la importacíon ya que en cualquier país se pueden cultivar cereales u hortalizas, y su proceso de destilado es relativamente sencillo
De todos modos, hay que admitir que tiene ciertos inconvenientes, algunos afirman que produce un gran gasto de energía durante su produccíón pero el que haya hecho aguardiente alguna vez en casa sabrá a que se refieren pero aún así el proceso de refinado de la gasolina convencional es mucho más complejo y caro por lo que no es excusa, y otro sería que se precisarían grandes extensiones de cultivo lo cual produciría un conflicto similar al del biodiésel con el cultivo de cereal, aunque en realidad, el abanico de obtencíón es tan amplio que ese inconveniente sería lo de menos.
Por lo menos aquí tenemos un combustible ecológico y viable, que nos daría un rendimiento similar al de la gasolina, si su producción se normalizase saldría mas barato, contaminaría menos y el Estado estaría contento porque podría seguir friéndonos a impuestos.
Y si alguien está dudando sobre su eficacia he de decir que desde siempre, el Etanol ha sido el combustible base de los coches de la NASCAR y a día de hoy existen coches que funcionan casi al 100% con este combustible.
Ojalá las compañías y los investigadores caigan pronto de la burra que no los lleva a ninguna parte y dejen de perder el tiempo con tanto híbrido/eléctrico o hidrógeno, y se pongan a pensar en lo que realmente sería viable.